¿Qué sucede entonces durante la adolescencia?
La adolescencia es el momento ideal para tratar la mayoría de las maloclusiones (mala alineación de los dientes). Ello, unido a los nuevos avances en Ortodoncia que hacen posible mover todos los dientes a la vez, permite acortar el tiempo de tratamiento, haciendo de este período el momento ideal para iniciar la ortodoncia. Es por ello que una vez hayan salido todos los dientes, aproximadamente a los 11 años (dentales), es que se debe proceder al tratamiento de estos problemas.
Pero, ¿por qué no hacerlo antes?
En primer lugar, la intervención temprana solo alargaría el tiempo total del tratamiento. Asimismo, pudiera dañar los dientes que todavía tienen que salir, lo cual provocaría que, en el momento de trabajar con todos los dientes (el momento más importante), el paciente y la familia ya estén cansados.
VM Clínica Dental tiene la meta de únicamente 1 fase para lograr un resultado mejor y más estable, evitar llevar ortodoncia dos o más veces y acortar los años de tratamiento de ortodoncia.
¿Qué queremos decir, entonces, con “edad dental”?
La “edad dental” no siempre coincide con la “edad cronológica”. Esto significa que la edad dental de 11 años es cuando ya han salido los últimos premolares, sin embargo a veces esto puede ocurrir antes (a los 10 años por ejemplo) y otras más tarde. Es por ello que, en ocasiones, se pueden encontrar niños con tratamiento de ortodoncia antes de los 11 años.
Antes también se justificaba este inicio prematuro en que así se facilitaba la segunda fase de ortodoncia. Sin embargo, la ortodoncia actual ha desmitificado esta concepción.
Solo hay 3 situaciones en que pondremos ortodoncia antes de los 11, sabiendo que no evitará la ortodoncia futura:
Mordida cruzada posterior: cuando las muelas superiores muerden “por dentro” de las inferiores y además esto obliga a que la boca cierre mal. En estos casos el tratamiento es muy sencillo y muy corto: unos cuatro meses.
Mordida cruzada anterior: cuando los dientes superiores delanteros muerden por “detrás” de los inferiores. La solución puede ser muy sencilla si el problema se debe sólo al diente o mucho más compleja si el problema es el hueso.
Diente retenido y que no sale: hay que diagnosticar la causa y tratarla.
Aunque la duración total del tratamiento de ortodoncia no suele sobrepasar los dos años, todo está en función de problema a tratar, pero también de la colaboración del paciente. Cuando el problema no sólo es dental sino de los huesos (el tamaño de los maxilares no está coordinado), puede alargarse más o posponerse hacia el final del crecimiento (es el caso de los llamados “bifos”). El tratamiento termina por completo cuando todos los dientes se han colocado correctamente.
Poder realizar un tratamiento en sólo 1 fase permite cortar el tiempo total con brackets (aparatos) y empezar a una edad más madura del paciente con lo que obtendremos más colaboración y el resultado final logrado podrá ser mejor.